Entrevista a Federico Cyrulnik

Por Ilan Kazez

Hay quienes eligen quedarse estancados en el pasado, convencidos de que el tiempo es un monstruo que arruina todo. Federico Cyrulnik parte de una idea totalmente opuesta. El humorista llega de nuevo al Konex para presentar Flashback, su tercer unipersonal, en el que invita a todos a realizar un viaje en el tiempo por las décadas de los 80 y 90 a través del stand up, la música y la improvisación. 

A veces, cuando uno habla del pasado, surgen sentimientos de nostalgia o melancolía por los tiempos que ya no volverán. ¿Cómo lo trabajás desde la comedia?
Poniendo el foco en que todo tiempo fue peor. Eso de que todo tiempo pasado fue mejor, no es verdad. Ahí es donde está el show. La verdad es que los dibujos que veíamos no estaban buenos. Las películas, tampoco. Les tengo mucho cariño, pero no estaban bien hechas. Hablo de eso: de cómo, cuando era chico, me pasaba que me costaba que me compraron algunas cosas, porque eran difíciles de conseguir; o que después de haber visto Karate Kid pensé que si Daniel San actuaba, yo podría ser Al Pacino y, por eso, empecé a estudiar teatro. Paso por un montón de lados: hasta cuento sobre un gato que me habían regalado cuando era chico. Al final del show hay un momento en el que podemos recordar el pasado de una forma linda y no nostálgica. Es una forma de descubrir el viajar en el tiempo.

¿Cómo le explicarías a un centennial lo que fueron los 80?
Lo primero que le diría es: vos no tenés ni idea de lo que era ir a bailar, que te gustara una persona y tener que llevarte el teléfono de la casa en la memoria porque no tenías dónde anotarlo. Ibas a tu casa repitiendo “782-9292”, le decías a un amigo “Por favor, vos acordate de ´782´” y a otro que recordara el “9292”. Ahora, te gusta y ya tenés todo en el teléfono, la foto, lo que le gusta, dónde vive, quién es la familia. Antes, llamabas por teléfono a la casa y te atendía el padre. ¿Por qué tenía que hablar con este patovica de la familia si quería hablar con ella?

El show que vas a dar en el CCKonex, es en enero, pleno verano. El verano suele ser una fuente muy grande de recuerdos. Tenés las vacaciones, los viajes, los amores. ¿Cómo vivías tus veranos cuando eras chico?
Yo soy de Mar del Plata y a los 5 años nos fuimos a vivir a Capital, pero como mis viejos todavía tenían un negocio, nos íbamos todos los veranos a Mar del Plata. Así que hasta los 13 años, fueron todos los veranos ahí. Me la pasé levantándome temprano a la mañana, abriendo la persiana y soñando con que el día estuviera lindo, porque si estaba feo te cagaba todo. Era muy común que en Mar del Plata hubiera días feos, que lloviera, que se nublara, era medio random. Yo levantaba la cortina con la esperanza de no clavarme en el departamento. Esos eran mis veranos: muchos amigos, mucha playa, mucho Punta Mogotes, mucho ir a bailar a la calle Colón, mucho Sobremonte. Teníamos unos amigos tarjeteros que nos hacían entrar gratis porque éramos unos boludos a los que nos ponían a laburar volanteando en la peatonal. Buenas preadolescencia y adolescencia.