Kpop Latinoamérica

Coreografías histrónicas, luces de neón y, sobre todo, mucho ritmo es lo que caracteriza a las competencias de pop coreano. El fenómeno musical que es furor en el mundo hará su despliegue una vez más en la Gran Sala, donde se realizará la final de canto y baile Kpop Latinoamérica. La edición 2019 es la décima que organiza el Centro Cultural Coreano en Argentina y, como dice Cho Moon Haeng, director de dicho lugar, “se trata de uno de los concursos más importantes por su extensión geográfica y cantidad de participantes”. Este año, se espera que lleguen grupos y solistas de distintos puntos de Latinoamérica dispuestos a dejar todo sobre las pistas para convertirse en los nuevos referentes de esta locura moderna que nació en Corea del Sur y no deja de crecer. “Para inscribirse se hace una audición virtual, luego el jurado elige a los finalistas. Participan más de mil chicos y chicas, y puede hacerlo cualquiera que no sea coreano”, cuenta Gabriel Pressello, productor general del concurso.

Hace unos años, el Kpop se hizo popular gracias a PSY, ¿seguro que suena? Es fácil acordarse del hombre de smoking de colores, alpargatas a cuadros y anteojos de sol que bailaba montado a un caballo, en el subte, en el sauna y hasta en un inodoro mientras cantaba Oppa Gangnam Style. El video –que ya tiene más de tres millones de reproducciones– es uno de los más vistos de la historia de YouTube y forma parte de la llamada Ola Coreana. Es, también, imposible mirarlo sin ponerse a bailar frente al espejo. Es que si algo tiene el movimiento Hallyu es un atractivo hipnótico, un imán que seduce con su estética de colores chillones, ropa ajustada y ritmos explosivos. “Las nuevas tecnologías permiten que se amplíen los consumos culturales, hoy el Kpop está al alcance de cualquiera en YouTube”, señala Pressello. “Hay una avidez de los jóvenes por investigar y descubrir cosas nuevas y el pop coreano es de una altísima calidad, renueva la música, por eso resulta tan llamativo”, añade.

“La estética de los videos es lo que más atrae”, afirma Alexia Leivas Reggiardo, una de las precursoras de la movida en el país. “Los idol coreanos tienen un look afeminado, eso es lo cool, y las chicas son barbies asiáticas, pero te dan vuelta la cabeza, porque agarran el micrófono y te rapean como un hombre”, agrega. Desde 2012 la página Hallyu Argentina informa a los fans sobre la vida coreana de este lado del mundo. “La creación de la página fue una propuesta internacional para los países latinoamericanos. Existe también el Hallyu Uruguay, Chile y Colombia, por ejemplo, y todos manejamos la misma información”, explica Alexia. En el perfil, se comparten eventos, recomendaciones para viajar a Seúl y noticias bizarras, como que el grupo Super Junior hizo un cover de Luis Miguel. Es que si algo tiene el Kpop, es que nunca se sabe con qué va a sorprender. El género es una mezcla de diferentes estilos: electrónica, dance pop, hip hop, rock. Todo vale, siempre y cuando esté acompañado de elementos audiovisuales que impacten.

Uno de los grupos más reconocidos es Super Junior. La BBC, del Reino Unido, valoró a sus integrantes como los principales íconos del efecto Hallyu y su cantante fue nominado como mejor actor asiático en los MTV Europe Music Awards. Son considerados los reyes de la onda Hallyu, tienen millones de seguidores e inspiran a los jóvenes a animarse con el género. “La música coreana es muy pegadiza, al escucharla, por más que no entiendas ni una palabra de lo que digan, te van a dar ganas de sacudir el cuerpo”, dice Alexia. “El Kpop es un género que revoluciona, rompe barreras de desigualdad y te hace bailar”, concluye.